De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza. (Romanos 15:4)
Todos necesitamos ser alentados. A veces necesitamos el aliento para que nos saque del pozo del desánimo, pero en todo momento podemos usar una palabra afirmativa, un rayo de esperanza o un mensaje que nos diga: «¡Puedes hacerlo!» Dios mismo es la mejor fuente de aliento que conozco y debemos buscar el aliento y la esperanza de Dios. Él nos anima a través de Su Espíritu, pero también nos alienta a través de Su Palabra. Muchas veces, cuando necesito ser alentada o fortalecida en la esperanza, voy a la Biblia. Tengo varios pasajes favoritos que leo o medito cuando necesito fuerza, apoyo o aliento.
La Palabra de Dios está llena de aliento y mientras tengamos una Biblia tenemos una receta para el ánimo. Una traducción dice que la Palabra de Dios es la medicina que necesitamos.
Ve a la Palabra de Dios cuando necesites ser alentado, cuando estés lastimado, frustrado, decepcionado, confundido o cansado. Deja que Sus palabras se hundan en tu corazón y mente mientras esperas en Su presencia. Dios nunca te fallará y siempre puedes depender de Su Palabra, especialmente cuando necesites esperanza y aliento.
LA PALABRA DE DIOS PARA TI HOY:
No importa lo que hagas hoy, aférrate a la esperanza.