Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre. (Salmos 100:4)
Hay maneras de ponernos a disposición para escuchar la voz de Dios y una de ellas es entrar en una respetuosa y sincera alabanza y adoración. Dios se deleita en manifestar Su presencia y poder a las personas que realmente le alaban y adoran, y cuando Su presencia y poder aparecen, escuchamos Su voz, vemos milagros, las personas sanan, las vidas cambian y la transformación ocurre de adentro hacia afuera.
¿No es esa parte lo que deseas en tu relación con Dios? Cuando le hablas y escuchas Su voz, ¿estás orando principalmente porque quieres algún tipo de cambio o transformación en alguna área de tu vida? Si le estás pidiendo que te proporcione un nuevo trabajo, eso es un cambio. Si estás orando para que un ser querido conozca al Señor, eso es un cambio. Si le estás pidiendo a Dios que se revele más a ti y te ayude a crecer en madurez espiritual, eso es un cambio. Si estás orando por el adolescente que vive cerca de tu casa para que deje de usar drogas, eso es un cambio. Si le estás pidiendo a Dios que te ayude a no perder los estribos tan fácilmente, eso es un cambio.
Cualquier cosa por la que sea que estés orando, una de las mejores maneras de comenzar es con alabanza y adoración. Mantendrá tu corazón justo delante de Dios y te permitirá escuchar Su voz y que se produzca un cambio.
LA PALABRA DE DIOS PARA TI HOY:
Cuando necesites escuchar la voz de Dios, alábalo y adóralo.