A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda. —Salmos 63:7
Podemos estar agradecidos de que Dios quiera que nos alegremos. De hecho, la Biblia habla de regocijo por lo menos 170 veces. Y si estudiamos la Palabra, encontramos que regocijarse es el acto de expresar externamente una emoción.
Podemos aplaudir cuando nuestros hijos muestran progreso, podemos gritar cuando alcanzamos nuestra meta, o podemos reír cuando pensamos o hablamos de la bondad de Dios. También podemos regocijarnos cuando progresamos en el crecimiento espiritual.
La Biblia dice que El camino de los justos es como la primera luz del amanecer, que brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su esplendor. (ver Proverbios 4:18). Si puede mirar hacia atrás y decir: “He mejorado durante el último año. Mi comportamiento es un poco mejor. Soy un poco más paciente. Soy más generoso. Soy un poquito menos egoísta”, entonces puedes celebrar. ¡Cada mejora merece un tiempo para regocijarse!
Oración de Gracias
Padre, cuando vea una medida de progreso en mi vida, ayúdame a recordar que debo tomarme un tiempo para regocijarme. Gracias por darme un espíritu de alegría en lugar de un espíritu de aflicción. Celebraré y me regocijaré en Ti hoy.
