El Señor da la riqueza y la pobreza; humilla, pero también enaltece. —1 Samuel 2:7
Es importante recordar que el Señor puede derribar a una persona y levantar a otra. Un ejemplo está en la vida de Ester. Dios la levantó de la oscuridad para convertirse en la reina de toda la tierra. Él le dio el favor a ella con todos los que conoció, incluido al rey, porque había encontrado el favor de Dios.
Ester recurrió a ese favor para salvarse a sí misma y a su pueblo los judíos, de ser asesinados por el malvado Amán, que estaba dispuesto a destruirlos. Ella pudo haber tenido miedo de ir al rey y pedirle que interviniera, porque hacerlo podría haberle costado la vida, pero lo hizo porque confió su vida a Dios.
Cualquier situación que se presente en tu vida, incluso si estás siendo acosado, perseguido o discriminado, o si alguien está tratando de quitarte algo que te pertenece por derecho, ya sea tu trabajo, tu hogar, tu reputación o cualquier otra cosa en la vida: cree en Dios por un favor sobrenatural. A pesar de lo desesperadas que puedan parecer las cosas, Dios puede levantar y derribar. Si tu vida está en Sus manos, cree que la luz del Señor brilla sobre ti para darte favor.
No pases por la vida teniendo miedo; ¡Dios te ama y siempre te ayudará!