Caminando Libre

Caminando Libre

Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. Juan 3:17

Una de las mayores herramientas que usa el enemigo para tratar de hacernos sentir mal es la condenación, que ciertamente puede ser motivo de desánimo. Según la Palabra de Dios, los que estamos en Cristo Jesús ya no somos condenados, ya no se nos juzga culpables ni injustos. Sin embargo, a menudo nos juzgamos y nos condenamos.

Hasta que aprendí y entendí la Palabra de Dios, viví gran parte de mi vida sintiéndome culpable. Si alguien me preguntaba por qué me sentía culpable, no podía responder. Todo lo que sabía era que había un vago sentimiento de culpa que me perseguía todo el tiempo.

De esa experiencia, Dios me dio una verdadera revelación sobre caminar libre de culpa y condenación. Me mostró que tú y yo no solo debemos recibir el perdón de Él, también debemos perdonarnos a nosotros mismos. Debemos dejar de golpearnos en la cabeza por algo que Él ha perdonado y olvidado (Jeremías 31:34; Hechos 10:15).

Creo que es casi imposible desanimarse si la mente se mantiene bajo estricto control. Es por eso que en Isaías 26: 3 se nos dice que Dios nos protegerá y mantendrá en perfecta y constante paz, si mantenemos nuestra mente en Él.

Dios tiene cosas nuevas en el horizonte de tu vida, pero nunca las verás si vives y revives el pasado.

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