Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían. – Nahúm 1:7
Podemos pasar todo el tiempo pensando y hablando de lo que está mal en el mundo o podemos optar por enfocarnos en las cosas buenas. Podemos enfocarnos en lo que está mal con un miembro de la familia, un amigo o un compañero de trabajo o podemos buscar y resaltar intencionalmente lo que está bien.
Si nueve cosas están mal y solo vemos dos que creemos que están bien, podemos hacer que las dos parezcan más grandes que las nueve, tan solo por aquello en lo que elegimos enfocarnos. Este es un buen momento para recordarte que puedes elegir tus propios pensamientos. He escuchado a muchas personas decir: «Simplemente no puedo controlar mi vida mental.» La verdad es que eligieron enfocarse en los pensamientos equivocados.
Elige concentrarte en pensamientos piadosos y llenos de fe. Deja que tu primera respuesta en cualquier situación sea ver lo bueno, no lo malo. Habla en voz alta y di: “Confío completamente en Dios. Sé que Él tiene un plan. ¡Él va a hacer algo bueno en mi vida!.”
Oración de Gracias
Padre, gracias porque hay cosas buenas a mi alrededor en las que enfocarme. Ayúdame a ver lo mejor de las personas, no lo peor. Gracias porque puedo elegir mis pensamientos y puedo disfrutar la vida que me has dado.
