Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene que te guía por el camino en que debes andar. (Isaías 48:17)
La mayoría de las personas temen no ser como todos los demás. Muchas personas se sienten más cómodos siguiendo reglas especificadas que atreverse a seguir las instrucciones del Espíritu de Dios. Cuando seguimos las reglas hechas por el hombre, complacemos a las personas, pero cuando salimos en fe y seguimos el Espíritu de Dios, le agradamos a Él. No tenemos que sentirnos presionados para orar de cierta manera por un período de tiempo o enfocarnos en cosas específicas porque otras personas lo están haciendo. En cambio, necesitamos ser libres para expresar nuestra identidad mientras oramos de la manera que Dios nos está enseñando. Dios usa a cada uno de nosotros para orar por diferentes cosas y de esa manera se cubren todas las cosas por las que se deben orar.
De alguna manera nos sentimos seguros cuando hacemos lo que todos los demás están haciendo, pero lo triste es que nos sentiremos insatisfechos hasta que aprendamos a «Desatar el bote del muelle» por así decirlo, y dejar que el océano del Espíritu de Dios nos lleve a donde quiera. Yo pasé muchos años atada al muelle siguiendo las reglas y reglamentos específicos de oración que otros me habían enseñado y fue un buen comienzo, pero finalmente mi experiencia de oración
se volvió muy seca y aburrida. Cuando aprendí a desatar mi bote del muelle y entregarme al liderazgo del Espíritu Santo, una frescura y creatividad llegó y ha sido maravilloso. Encontré que el Espíritu Santo me guía de manera diferente casi todos los días mientras oro y ya no de acuerdo con las normas, reglamentos y relojes de tiempo.
Comienza ahora mismo pidiéndole a Dios que te muestre la autenticidad que Él te ha dado y que te ayude a escuchar y a seguir Su voz según la forma única y maravillosa en la que Él te ha creado.
La palabra de Dios para ti hoy: Desata tu barco del muelle, y deja que Dios dirija.
