¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! Salmos 133:1
Las disputas entre el pueblo de Dios no son nada nuevo. Era un problema en la Iglesia primitiva, tal como lo es ahora. Pablo alentó e instó fuertemente a la iglesia hacia la unidad y escribió en Filipenses 2:2: “llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento.”
Donde hay unidad, hay bendición y unción. Cuando las personas están agradecidas unas por otras y eligen vivir en unidad, experimentarán el poder del acuerdo. Pero el poder de Dios no puede obrar en nuestras vidas si permanecemos amargados y enojados con las personas. Su amor no puede fluir a través de nosotros si nos aferramos a la lucha y al resentimiento. La paz equivale a poder, y la ausencia de paz equivale a ausencia de poder.
Oración de Gracias
Te agradezco hoy, Padre, por el poder que podemos experimentar cuando decidimos unirnos en unidad. Hoy, elijo dejar de lado los conflictos y las discusiones para buscar la paz.
y unidad Estoy agradecido de que me ayudarás a hacer esto en Tu fuerza.