El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre. —Proverbios 27:17
Todos tenemos algunas personas en nuestras vidas que son como papel de lija para nosotros. Algunos son como un paquete completo de papel de lija. Lo creas o no, Dios los coloca en nuestras vidas para suavizar nuestras asperezas. Todos somos como diamantes en bruto. Tenemos algo hermoso y valioso debajo de la superficie dura y crujiente de nuestra carne.
Cuando Dios comenzó a trabajar la madurez espiritual en mí, colocó a varias personas en mi vida con las que me resultó muy difícil tratar. Pensé que necesitaban cambiar, pero Dios quería usarlos para cambiarme. Debemos aprender a tratar con todo tipo de personas y apreciar las formas en las que se diferencian de nosotros.
Dave puede esperar mucho tiempo por las cosas y nunca frustrarse, pero yo quiero que las cosas sucedan rápidamente. Él es callado y yo hablo mucho; a Él le gusta tocar música por las mañanas y a mí me gusta la tranquilidad. Estoy segura de que hay personas en tu vida que también son muy diferentes a ti. En lugar de irritarnos o pensar con orgullo que tenemos razón y ellos están equivocados, debemos buscar aceptarlos con amor, tal como Cristo nos acepta a nosotros.
Podemos estar decididos a amarnos y llevarnos bien unos con otros sin importar cuán diferentes sean nuestras personalidades o situaciones. Porque cuando amamos a las personas que nos rodean, incluso a las personas más difíciles, nos abrimos para aprender algo que Dios puede estar tratando de enseñarnos.
Elige caminar en el amor de Cristo y deja que Él te forme a través de las otras personas que trae a tu vida.