El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su vida en este mundo la conserva para la vida eterna. Juan 12:25
Cuando creemos que Dios nos está pidiendo que hagamos algo, a menudo comenzamos con las preguntas: ¿A qué tendré que renunciar si hago esto? Si hago aquello, ¿cuánto me costará? Si hago esto, ¿qué tan incómodo voy a estar?
La verdad es que todo lo que hacemos para Dios requiere una inversión. Parte de amarlo implica la voluntad de dar nuestra vida por Él. Si Dios te ha estado pidiendo que hagas algo y lo has estado postergando porque sabes que requerirá sacrificio de tu parte, te insto a que sigas adelante y lo hagas. Nada se siente mejor que saber que has obedecido completamente al Señor.
No tengas miedo del sacrificio cuando Dios te llama o pone algo en tu corazón que Él quiere que hagas. Su plan para tu vida es más grande que cualquier cosa que puedas imaginar. Agradece que Su plan es el mejor y determina que pagarás el precio y pasarás la prueba. Te lo aseguro, vale la pena.
Oración de Gracias
Te agradezco hoy, Padre, que ningún sacrificio que haga por Ti quedará sin gran beneficio para mi vida. Lléname con la fe y la fuerza para hacer todo lo que me llamas a hacer. Elijo obedecer Tu voz en cada área de mi vida.