Uno es el esplendor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas. Cada estrella tiene su propio brillo. —1 Corintios 15:41
Todos somos diferentes. Al igual que el sol, la luna y las estrellas, Dios nos ha creado para que seamos diferentes unos de otros, y lo ha hecho a propósito. Cada uno de nosotros satisface una necesidad y todos somos parte del plan general de Dios.
Afortunadamente, podemos ser personas seguras, sabiendo que Dios nos ama y tiene un plan para nuestras vidas. No tenemos que sentirnos amenazados por las habilidades de los demás. Podemos ser libres para amarnos y aceptarnos a nosotros mismos y a los demás sin sentir la presión de compararnos o competir.
Cuando luchamos por ser como los demás, no solo nos perdemos a nosotros mismos, sino que también entristecemos al Espíritu Santo. Dios quiere que encajemos en Su plan; Él no quiere que nos sintamos presionados para encajar en los planes de los demás. Diferente está bien; está bien ser diferente.
Oración de Gracias
Padre, me has creado para ser distinto y único, y te agradezco por eso. Con Tu ayuda voy a evitar la tentación de compararme con los demás. Voy a estar seguro de quién me has creado para ser hoy.