El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa. Proverbios 19:11
Tenemos muchas oportunidades todos los días para ofendernos; cada vez que debemos tomar una decisión. Si elegimos vivir de acuerdo con nuestros sentimientos, nunca fluiremos en la faceta más importante del amor llamada perdón. El perdón es el antídoto para la ofensa, y podemos estar muy agradecidos de que Dios nos lo haya proporcionado como una forma de mantener la paz.
Una vez leí que el 95 por ciento de las veces cuando las personas hieren nuestros sentimientos, no era lo que pretendían hacer. Siempre parecemos suponer que las personas nos están atacando, mientras que la verdad es que probablemente solo están siendo insensibles a cómo nos afecta su comportamiento. Rara vez las personas se quedan despiertas por la noche planeando ser ofensivas con las personas con las que se encontrarán al día siguiente. Los niveles de estrés son altos en el mundo de hoy, y con frecuencia las personas nos lastiman debido a la presión que sienten dentro de sí mismos.
“Suéltalo, desiste y déjalo ir,” es lo que la Biblia dice que debemos hacer con las ofensas (ver Marcos 11:25). Es importante perdonar rápidamente. Afortunadamente, cuanto más rápido perdonamos, más fácil es hacerlo. Dios es amor, perdona y olvida. Para ser como Él, podemos desarrollar el mismo hábito.
Oración de Gracias
Padre, estoy agradecido de que me hayas perdonado todos mis pecados. Oro para que me ayudes a seguir tu ejemplo y perdonar a las personas que me han lastimado. Gracias por Tu fuerza que me permite perdonar a los demás y vivir sin ofensas.