Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. —Mateo 6:6
Aunque algunas oraciones son oraciones públicas o grupales, la mayor parte de nuestra vida de oración se compone de oraciones secretas hechas en el lugar secreto.
«Oración secreta» significa que no le contamos a todos los que conocemos sobre nuestras experiencias personales en la oración y cuánto oramos. Oramos por las preocupaciones y las personas que Dios pone en nuestro corazón, y mantenemos nuestras oraciones entre nosotros y Él, a menos que tengamos una buena razón para hacer lo contrario. Nos negamos a exhibir nuestras oraciones para impresionar a los demás.
Para que la oración sea propiamente llamada “oración secreta”, debe provenir de un corazón humilde, como se demuestra en la oración del despreciado recaudador de impuestos en Lucas 18: 10-14. Se humilló, inclinó la cabeza y en silencio, con humildad, le pidió a Dios que lo perdonara. En respuesta a su sinceridad, una vida de pecado fue borrada en un momento.
Dios no nos ha dado un montón de pautas complicadas y difíciles de seguir para la oración. Hablar con Dios es una forma sencilla y poderosa de acercarse a Él.
Desarrolla tu relación con Dios pasando tiempo con Él a diario.