Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa. —Juan 16:24
Las oraciones más efectivas son las oraciones audaces. Son hechas por creyentes que son específicos y tienen la valentía de presentarse ante Dios y realmente pedir las cosas que necesitan en la vida, sin vergüenza de dar a conocer sus peticiones.
Una de las cosas más importantes que impide que las personas oren con valentía es que miran lo que han hecho mal en lugar de lo que Jesús ha hecho bien. La Biblia nos enseña claramente que “Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.” (2 Corintios 5:21). Debido a que somos justos en Él, podemos acercarnos al trono de la gracia con valentía con nuestras necesidades (Hebreos 4:16).
Juan 16: 23-24 nos dice que podemos acercarnos confiadamente al trono en el nombre de Jesús. El nombre de Jesús es poderoso. Cuando usamos el nombre de Jesús en nuestras oraciones, no es una fórmula o un encantamiento mágico lo que agregamos al final de todo lo que oramos. Cuando vamos en el nombre de Jesús, estamos diciendo: «Padre, vengo a Ti hoy presentando todo lo que Jesús es, no lo que yo soy.»
No seas impreciso ni tímido, ¡sé valiente! Te sorprenderá de las respuestas que recibirás.
Dios está esperando sorprenderte con cosas asombrosas, ¿estás listo para recibirlas?