Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. —Filipenses 4:8
Si quieres mejorar tu vida, una de las primeras cosas que puedes hacer es mejorar tus pensamientos. Hay un tremendo poder que surge cuando elegimos ser personas positivas. Dios es positivo, y para acercarnos a Él, es importante estar de acuerdo con Él (Amós 3:3) y pensar positivamente.
Tener una mentalidad y una actitud positivas no significa que no estés enfrentando la realidad o ignorando los problemas reales. Simplemente significa que estás de acuerdo con la Palabra de Dios y que estás pensando en las promesas de Dios en lugar de las cosas negativas y deprimentes del mundo.
Nota que a lo largo de Su vida Jesús soportó tremendas dificultades, incluyendo ataques personales, y aun así se mantuvo positivo. Siempre tenía un comentario edificante, una palabra de aliento. Él siempre dio esperanza a aquellos a quienes se acercó. Podemos seguir ese ejemplo hoy. Cuando elegimos una perspectiva positiva, mantenemos expectativas positivas y participamos en conversaciones positivas, estamos siguiendo el ejemplo que Jesús nos dio y nos estamos acercando a nuestro Padre celestial.
Tu vida seguirá la dirección de tus pensamientos.
