Sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. Que su «sí» sea «sí», y su «no», «no», para que no sean condenados. Santiago 5:12
La toma de decisiones puede ser simple si nos negamos a ser de doble ánimo. Después de tomar una decisión, mantente firme, deja que tu “sí” sea “sí” y tu “no” sea “no”. La indecisión y el doble ánimo no solo traen confusión y complicación, sino que, como señaló Santiago, también causan condenación (ver Santiago 5:12).
Si creemos en nuestro corazón que debemos hacer algo y luego permitimos que nuestra cabeza nos convenza de no hacerlo, es una puerta abierta para la condenación. A menudo nos esforzamos por tomar decisiones cuando en realidad solo necesitamos decidir. Ora por la sabiduría y la guía de Dios, y luego toma decisiones sin preocuparte por ellas. Afortunadamente, no tienes que vivir con miedo a equivocarte. Si tu corazón es recto y tomas una decisión que no está de acuerdo con la voluntad de Dios y terminas desviándote, Él te perdonará, te encontrará y te volverá a encaminar.
Oración de Gracias
Padre, ayúdame a no complicar el proceso de toma de decisiones. Te agradezco que veas mi corazón y corregirás mi rumbo si doy un paso en falso. Te agradezco que simplemente puedo seguir lo que creo que me estás guiando a hacer y confiar en Ti para que me protejas en el proceso.