Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1
Jesús vino a este mundo y pagó por nuestros pecados, tomando nuestro castigo sobre Sí Mismo. Se convirtió en nuestro sustituto, pagó la deuda que teníamos, sin costo alguno para nosotros. Hizo todo esto libremente debido a Su gran amor, gracia y misericordia.
Jesús heredó todo lo que el Padre tiene para darnos y nos dice que somos coherederos con Él en virtud de nuestra fe. Él ha proporcionado el camino para nuestra completa victoria, tanto aquí como cuando estemos con Él. Él ha vencido y nosotros obtenemos la recompensa sin pagar el precio. Somos más que vencedores.
¿Cuánto más sencillo podría ser? El Evangelio es maravillosamente sencillo.
La complicación es obra de Satanás. Odia la sencillez porque conoce el poder y el gozo que trae nuestra fe. Siempre que tu relación con Dios se vuelva compleja, vuelve a la sencillez de creer como un niño pequeño. Jesús dijo, «que si crees verás la gloria de Dios» (Juan 11:40).
Regrese y celebre la sencillez de tu fe solo en Jesús.
Creer es mucho más sencillo que no creer.