Pero ¿quién será capaz de soportar su venida? ¿Quién podrá mantenerse de pie y estar cara a cara con él cuando aparezca? Pues él será como un fuego abrasador que refina el metal o como un jabón fuerte que blanquea la ropa. (Malaquías 3:2)
Dios usa Su fuego refinador para cambiarnos y convertirnos en las personas que Él quiere que seamos. Me doy cuenta de que no es fácil cambiar. He estado estudiando la Palabra de Dios durante más de treinta años y todavía tengo que trabajar en muchas cosas en mí y permitir que Dios me cambie de ciertas maneras. Todavía no estoy donde necesito estar, pero agradezco a Dios que no estoy donde solía estar.
Si nos volvemos tercos o no estamos dispuestos a arrepentirnos cuando el fuego refinador de Dios llega para revelar un comportamiento que necesita ser cambiado en nosotros, entonces el amor se vuelve terco. Déjame explicarte. Sabemos que Dios es amor y es un Dios celoso. Él no quiere que nada en nosotros ocupe el lugar que a Él le pertenece. Y el amor, Dios mismo, será lo suficientemente celoso y obstinado como para quedarse con nosotros hasta que se salga con la suya. El amor (Dios) nos mostrará las cosas que no queremos ver para ayudarnos a ser lo que necesitamos ser.
El fuego devora todas las impurezas y deja todo lo que queda en llamas para la gloria de Dios. Gran parte de la vieja Joyce Meyer se ha quemado en el fuego refinador de Dios a lo largo de los años. Definitivamente no ha sido fácil, pero definitivamente ha valido la pena.
El fuego refinador de Dios puede llegar a ti de diferentes maneras. Es posible que sientas un empujón en tu corazón para dejar de hacer algo y comenzar a hacer otra cosa; puedes sentirse convencido cuando Él te habla a través de Su Palabra; o puedes escuchar de Su Espíritu directamente en tu espíritu. Como sea que llegue, Dios traerá Su fuego refinador a tu vida. Cuando llegue, no te resistas, confía en Dios y deja que el fuego obre.
La palabra de Dios para ti hoy: Dios te está cambiando a diario y hoy eres mejor de lo que eras ayer.
