La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. —Juan 14:27
La paz es uno de los elementos más importantes para disfrutar de la vida. Una vida de frustración y lucha, una vida sin paz es el resultado de enfocarte en cosas sobre las que no puedes hacer nada. Cuando te preocupas por cosas que escapan de tu control, el estrés y la ansiedad comienzan a invadir tu vida.
El apóstol Pablo dijo: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6–7).
Una vez que nos damos cuenta de que estamos luchando con algo y nos sentimos molestos, debemos comenzar a orar e inmediatamente entregar la situación a Dios, agradecidos de que Él proveerá de acuerdo con Su voluntad y nos ofrecerá Su paz. Tú y yo no estamos llamados a una vida de frustración y lucha. ¡Jesús vino para que pudiéramos tener justicia, alegría y paz!
Oración de Gracias
Padre, estoy agradecido por la paz. Es un regalo maravilloso que me has dado, y te pido ayuda para estar siempre en paz en cada situación.
