Pero yo confío en tu gran amor; mi corazón se alegra en tu salvación. —Salmos 13:5
Dios es lento para la ira y grande en misericordia (ver Salmo 103:8). Es imposible merecer misericordia, y por eso es una pérdida de tiempo tratar de pagar nuestros errores con buenas obras o culpas. No merecemos misericordia, pero Dios la da gratuitamente. ¡Este obsequio es algo por lo que estar agradecido!
La misericordia anula “las reglas.” Es posible que hayas crecido en un hogar que tenía muchas reglas, y si rompías alguna de ellas, te metías en problemas. Aunque Dios tiene la intención de que guardemos Sus mandamientos, Él comprende nuestra naturaleza y está listo para extender misericordia a cualquiera que la pida y la reciba.
Cuando aprendamos a recibir misericordia, entonces también seremos capaces de dársela a otros, y la misericordia es algo que mucha gente necesita em realidad.
Oración de Gracias
Gracias, Padre, por la forma en que me extiendes misericordia todos los días. Deseo complacerte en todo lo que hago, pero te agradezco que cuando me quedo corto, nunca dejas de bendecirme con el regalo de Tu amor y misericordia.