La Fuente De Mi Fortaleza

El Señor es mi fuerza y mi cántico; él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré. (Éxodo 15:2)

Necesitamos ser como Moisés y los israelitas, de quienes leemos en el versículo de hoy. Quiero señalar que Dios no solo les dio fuerza (lo vemos en todo el Antiguo Testamento), sino que Él mismo fue su fortaleza. Verás, hubo un tiempo en que Israel sabía que Dios era su fuerza, pero luego se olvidaron. Cuando olvidaron esta verdad vitalmente importante, siempre comenzaban a tambalearse y fracasar como nación, y sus vidas comenzaron a ser destruidas. Cuando regresaron a Dios como su fuerza, las cosas cambiaron para ellos.

Incluso si sabes que Dios es tu fortaleza, aún debes recibirla por fe. Yo comienzo todos los días diciéndole a Dios que no puedo hacer nada separada de Él y que me apoyo completamente en Él para habilitarme y fortalecerme. Él nos fortalecerá al hablar una palabra que nos aliente o nos dé dirección cuando la necesitemos. Él nos fortalecerá al decirnos palabras de sabiduría y revelación. También nos fortalece físicamente dándonos energía sobrenatural cuando estamos cansados o agotados, y nos da fuerzas para soportar personas y situaciones difíciles.

Confía en que Dios será tu fortaleza en lugar de tratar de hacer las cosas tú mismo. Es posible que muchas personas se apoyen en ti y solo puedes ayudarlas mientras tú te apoyes y confíes en Dios. Recíbelo hoy por fe como la Fortaleza de tu vida y te sorprenderás de lo que Él puede lograr con facilidad.


La palabra de Dios para ti hoy: Deja que Dios sea tu fortaleza.

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