El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro, entonces ¿por qué habría de temblar? Salmos 27:1
El futuro depara una mezcla de cosas que disfrutaremos y cosas de las que preferiríamos prescindir, pero ambas llegarán. En Filipenses 4:11–12, Pablo experimentó tiempos de abatimiento y tiempos de abundancia, pero también afirmó que podía estar contento en ambos, y también tenemos esta opción (y capacidad) como un regalo de Dios. Estoy muy agradecida por la capacidad de ser estable porque desperdicié muchos años molesta por cosas que no podía controlar.
Jesús nos prometió que en el mundo tendríamos tribulación, pero nos dijo que nos “animásemos” porque Él había vencido al mundo y lo había privado del poder para dañarnos realmente (ver Juan 16:33). Haz que la vida sea lo más placentera posible; sé agradecido por ello, no le temas. Enfréntalo con valentía y di: “No temeré, porque mayor es el que está en mí que el que está en el mundo” (ver 1 Juan 4:4).
Oración de Gracias
Te agradezco hoy, Padre, que puedo tener una actitud positiva y optimista sobre el futuro porque sé que no estoy solo. No importa con qué obstáculo me enfrente, puedo estar de buen ánimo porque Tú has vencido al mundo.