No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien. Romanos 12:21 NVI
Cuando comenzamos nuestra relación con Cristo, empezamos un largo viaje en la vida para convertirnos en las personas que Dios creó para que lo fuéramos. En el proceso, aprendemos cómo superar nuestras debilidades y vivir en la fortaleza de Dios. Eso a menudo significa aprender a romper los malos hábitos.
Durante años y años, tuve la costumbre de enojarme cada vez que no me salía con la mía. Tal vez ese no sea tu mal hábito. Tal vez el tuyo sea chismorrear o hablar mal o tomar demasiado café o mirar demasiada televisión o gastar dinero en cosas que no necesitas. Cualquiera que sea tu mal hábito, tu puedes romperlo.
No voy a decir que es fácil romper un mal hábito, pero es el deseo de Dios de que tomemos autoridad sobre nuestros malos hábitos. Él no quiere que seamos «controlados» por nuestras emociones. Él quiere que nosotros tengamos la victoria.
Romper un mal hábito requiere tomar una serie de buenas decisiones, una después de la otra. La mayoría de nosotros intentamos hacer esto solos sin la ayuda del Espíritu Santo, Pero finalmente nos damos cuenta de que no se puede agradar a Dios sin la ayuda de Dios.
El Espíritu Santo siempre está a la espera en caso de que tengas problemas y necesites un poco de ayuda. Pero Él no se aparecerá sin ser invitado. Tienes que pedirle a Él por Su ayuda.
Romanos 12:21 dice “vence el mal con el bien”. Eso es uno de los mayores secretos en la Palabra de Dios. Es mucho más fácil tomar la decisión correcta cuando te centras en Dios y tu victoria en lugar del miedo al fracaso.
¡Elige hoy caminar en el Espíritu, superar los malos hábitos, y vivir en victoria!
Oración Final: Dios, ya me cansé de vivir con mis malos hábitos. Tomo una decisión ahora de tomar la autoridad que me has dado sobre las tentaciones que quieren dominarme. Seguiré a Tu Santo Espíritu en nuevos y mejores hábitos de vida.