Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo. (Salmos 27:4)
Si deseamos escuchar a Dios, entonces buscarlo debe ser una prioridad en nuestras vidas. En el versículo de hoy David resumió su único requisito de vida. Él requería la presencia de Dios como una necesidad vital en la vida.
David había disfrutado de muchas oportunidades para tener éxito y ganar confianza. Empoderado por la presencia de Dios, había matado a un león y un oso con sus propias manos y había matado a un gigante imponente con nada más que una honda y cinco piedras pequeñas. Dios eligió a este simple pastor para convertirlo en rey de Israel a pesar de que era el hermano más joven de una familia de hombres que eran más prominentes que él. Su eventual fama y riqueza ofrecían todo lo que la mayoría de la gente podría pensar que traería satisfacción.
La búsqueda de David de Dios, incluso después de experimentar la presencia de Dios de muchas maneras, debería de hacernos caer en cuenta de que debemos continuar buscando a Dios sin importar cuántas victorias hayamos disfrutado. Después de todo, incluso David necesitaba conocer a Dios más íntimamente. Creo que debemos desear continuamente la comunión íntima con Dios y buscarlo con todo nuestro corazón.
Muchas personas quieren la guía de Dios, pero no quieren dejar de lado otras cosas para escuchar Su voz. Pero David redujo todo lo que quería a una sola cosa: más de Dios todos los días de su vida. El Salmo 27: 4 se ha convertido en una de las Escrituras favoritas de mi vida, y creo que lo único que realmente satisface el anhelo dentro de nosotros es conocer más a Dios íntimamente hoy que ayer.
La palabra de Dios para ti hoy: Busca «más de Dios» en tu vida, hoy y todos los días.
