Respuestas para Todos los Días

No Renuncies a Tus Sueños

por Joyce Meyer

¿Qué es lo que quieres de la vida? ¿Tienes un sueño para tu vida, tus hijos, tus finanzas o tu matrimonio? ¿Hay algo que estés esperando: una idea, una meta, un plan o una visión? Sea lo que sea, cualquier cosa que quieras, ¿qué necesitarás para alcanzarlo?

Necesitamos alcanzar nuestros sueños todo el tiempo porque Dios no nos creó para la pasividad o para ser estáticos en la vida. Entonces, si tienes tu vida estacionada, necesitas ponerla en marcha y comenzar a avanzar hacia los sueños que Dios ha puesto en tu corazón.

Mira, las cosas que quieres no van a caer en tu regazo. Vas a tener que extender la mano y agarrarlas. Deberás de tener una santa determinación en ti que diga: «Si alguien puede tener la vida que Dios quiere que tenga, ¡entonces seré yo!»

Pero debes recordar que probablemente no llegarás allí de la noche a la mañana, por lo que es importante encontrar el equilibrio entre estar contento y esforzarte por alcanzar esos deseos.

Pablo dijo que aprendió a estar contento en todas las situaciones: Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. (Filipenses 4:12 NVI). Nunca se enojó debido a dónde estaba, pero al mismo tiempo, continuó esperando lo que Dios tenía reservado para él en el futuro.

Yo era muy buena en mirar hacia adelante. Dios me dio un gran sueño para este ministerio, pero en ese momento, no entendía completamente la parte de estar contento de la que hablaba Pablo: disfrutar de donde estás hasta que llegas a dónde vas. Entonces, pasé muchos años permitiendo que el sueño que Dios me dio me atormentara, en lugar de disfrutar el viaje.

Con el tiempo descubrí que, si bien es importante mantener los sueños que Dios te ha dado frente a ti (ver Habacuc 2: 2-3), también debes aprender a estar contento, para que no te sientas miserable en el camino al cumplimiento de tus sueños. Al mismo tiempo, nunca debemos permitir que el contentamiento nos haga sentir tan cómodos que nos olvidemos de la visión.

Dios quiere que sueñes. Quiere que planifiques. No quiere que las exigencias y rutinas de la vida o cosas como el miedo te impidan seguir adelante en la vida. Entonces, cuando lleguen esas cosas, tenemos que estar listos para levantarnos contra ellas. Incluso algo tan simple como despertarse cada mañana y decir: “Hoy me va a pasar algo bueno,” puedes poner el miedo y otras distracciones en su lugar.

Ese simple acto tiene poder porque hay poder en tus palabras. Proverbios 18:21 dice que nuestras palabras tienen poder de vida o muerte en ellas, por lo que debemos enfocar nuestras palabras en proclamar las promesas de Dios sobre nuestras vidas.

Cuando te conectas espiritualmente con Dios al proclamar sus promesas, es cuando tus sueños comienzan a cumplirse. Puedes ser como Abraham y Sara si solo crees y te esfuerzas por lograr lo mejor que Dios te puede dar. Ellos eran ancianos y parecía imposible tener un hijo, pero Dios le dio a Abraham una visión de que sería el padre de muchas naciones. Debido a que Abraham le creyó a Dios, esa visión se cumplió a través de Isaac y las muchas generaciones que siguieron. (Te animo a leer la historia de Abraham en Génesis capítulos 17-21.)

Si tienes un sueño que parece imposible, comienza a decir: “Tendré todo lo que Dios dice que puedo tener. Haré todo lo que Dios dice que puedo hacer. Seré todo lo que Dios dice que puedo ser.» ¡Porque con Dios todo es posible!

Tal vez hoy sea hora de que te comprometas a empezar a perseguir tus sueños. Te ánimo para que decidas ahora mismo a despertar tu fe, sacudirte cualquier miedo, recordar quién eres en Cristo y tomar la decisión de confiar en que Dios hará lo imposible todos los días para que te levantes de la cama. Luego, disfrutarás del viaje, un día a la vez, hacia la realización de tus sueños.

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