Este garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria. (Efesios 1:14)
El Espíritu Santo es nuestra garantía de las cosas buenas que vendrán. A menudo digo, en especial cuando me siento realmente llena del Espíritu Santo: «Esto es bueno, no puedo imaginar la gloria de cómo será la plenitud completa.» Si experimentamos solo el 10 por ciento (un típico pago inicial) de lo que nos pertenece debido a nuestra herencia, solo piensa en cómo será ver a Dios cara a cara, no tener más lágrimas, no más tristeza, no más morir. Estos pensamientos me dejan totalmente asombrada.
En Efesios 1: 13-14, la Biblia dice que estamos sellados con el Espíritu Santo, y Él garantiza que llegaremos a salvo, preservados de toda destrucción, en el día final de la liberación del pecado y todos sus efectos. Piensa en lo maravilloso que es el Espíritu Santo en nosotros, preservándonos para nuestro lugar de descanso final, que no está en una tumba sino en el cielo, en la presencia de Dios.
El Espíritu Santo hace cosas maravillosas por nosotros aquí y ahora. Él nos habla, nos guía, nos ayuda, nos enseña, nos da consejos, nos da poder para cumplir los emocionantes planes de Dios para nuestras vidas y mucho más. Pero no importa cuán maravillosas sean nuestras experiencias con Él en nuestra vida terrenal, son solo un anticipo de lo que podemos esperar. Tenemos el pago inicial, ¡pero hay más por venir!
La palabra de Dios para ti hoy: Puedes sentirte seguro al saber que tu herencia viene con garantía.