Nada hay mejor para el hombre que comer y beber, y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios… —Eclesiastés 2:24
Es posible vivir la vida tranquilamente, siguiendo el camino del trabajo logrado, del hacer, pero nunca disfrutar realmente de la vida. Esto es cierto para las personas que no han aprendido a abrazar y amar realmente la vida que Dios les ha dado.
Disfrutar de la vida es una decisión que se basa en algo más que circunstancias agradables. Es una actitud del corazón, una decisión de disfrutar de todo, porque todo, incluso las cosas pequeñas y aparentemente insignificantes, tiene una parte en el «panorama general» de Dios para nuestras vidas.
Nuestro gozo se encuentra en Jesús, y si hacemos todo lo que hacemos con Él y para Él, entonces realmente podemos disfrutarlo todo. Incluso cuando tenemos problemas que estamos esperando que Dios los resuelva, aún podemos disfrutar de nuestras vidas. La duda y la incredulidad son ladrones de gozo, pero la fe simple, como la de un niño, libera el gozo que reside en nuestro espíritu porque el Espíritu Santo vive allí. ¡Confía en Dios en todo momento y disfruta de Su presencia! Tu vida es un regalo de Él, ¡así que celébralo!
¡Puedes elegir celebrar en el gozo de Dios y disfrutar cada día de tu vida con Él!