Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús. —Romanos 8:1
Es muy reconfortante saber que la compasión y la bondad de Dios son nuevas cada mañana. Debido a su gran amor, Dios ha provisto una manera para que tu pasado no tenga ningún poder sobre ti. No tienes que vivir con la culpa y condenación por tus faltas del pasado; puedes vivir con gran la esperanza de un futuro brillante por delante.
La parte de Dios es perdonarnos, nuestra parte es recibir Su piadoso regalo de perdón, misericordia y un nuevo comienzo. Mucha gente piensa, ¿Cómo podría Dios perdonarme si he hecho tantas cosas malas? Pero la verdad es que Dios puede superar y hacer mucho más de lo que podríamos imaginar que pudiera hacer por nosotros (Efesios 3:20).
Cuando le pedimos a Dios que nos perdone, Él es fiel y justo para hacerlo. Él continuamente nos limpia de toda maldad (1 Juan 1:9). Se dice que somos nuevas criaturas cuando entramos en una relación con Cristo (2 Corintios 5:17). Las cosas viejas pasan y tenemos la oportunidad de un nuevo comienzo. Nos convertimos en nueva arcilla espiritual para que Dios trabaje con ella. Él hace arreglos para que cada uno de nosotros tenga un nuevo comienzo; simplemente debemos estar dispuestos a dejar atrás el pasado y avanzar con Dios.
No permitas que los errores en tu pasado te detenga y amenace tu futuro.
