Derrotando la Incredulidad

Por Joyce Meyer

Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos. – 1 Pedro 5: 8-9

A veces, involuntariamente, damos la impresión equivocada sobre la guerra espiritual. Sabemos que nuestro enemigo es el diablo y que debemos luchar diariamente para ganar, pero eso no es todo. Si la vida cristiana no fuera más que batallas, sería desalentador combatir a cada hora de cada día.

Yo sentiría que nunca podría relajarme porque tan pronto como lo haga, satanás volvería a escabullirse de nuevo. Ésa no es la imagen que quiero presentar. La vida cristiana es de gozo y paz. Dios nos da un gran sentido de plenitud, y estamos en paz porque sabemos que le honramos por la forma en que vivimos.

Pedro escribió a los cristianos acerca de su enemigo, advirtiéndoles y exhortándoles a estar vigilantes, que es donde a menudo ponemos el énfasis. Justo antes de escribir estas palabras, sin embargo, dijo: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.” (V. 7). Al leer ese versículo, nos dice que debemos recordar el amor de Dios por con nosotros, Dios se preocupa. Porque Dios se preocupa, podemos confiar en Él para que cuide de nosotros.

Necesitamos eso como parte de nuestra fundación. No es que no tengamos fe; Es que satanás intenta destruir nuestra fe con mentiras como: “Si Dios realmente se preocupara por ti, ¿te haría pasar por esta prueba?” “Si Dios verdaderamente te ama, ¿te trataría así?”

 

Facebook icon Twitter icon Instagram icon Pinterest icon Google+ icon YouTube icon LinkedIn icon Contact icon