Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.
Hebreos 12:11
Así como necesitamos disciplina natural en nuestras vidas, como la disciplina del trabajo, disciplina relacionada con los apetitos, las finanzas, etc., también necesitamos disciplina espiritual, como la oración, el estudio de la Biblia y confesar la Palabra de Dios en voz alta.
A medida que nos disciplinamos para hacer estas cosas, se convertirán en hábitos. Entonces veremos buenos resultados al igual que vemos buenos resultados de cualquier otra disciplina aplicada durante un período de tiempo. La disciplina no produce alegría inmediata, pero es una inversión que dará grandes dividendos a su debido tiempo. La disciplina es sabiduría porque una persona sabia siempre hace ahora aquello con lo que estará satisfecho más adelante en la vida.
Pensamiento de poder
Me disciplino en todas las áreas de la vida porque es sabio hacerlo.