Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario. Hebreos 6:19
Todos nosotros pasamos por momentos difíciles en nuestras vidas, y como un barco en una tormenta, necesitamos ayuda para permanecer estables. Un barco tiene anclaje que le ayuda a mantenerse firme, y la Biblia dice que el ancla de nuestra alma es la esperanza.
Cuando tú y yo basamos nuestra esperanza firmemente en Dios y Su Palabra, puedes sentir el viento y las olas, pero al final no seremos movidos.
Durante una tormenta, la esperanza nos da la capacidad de mirar las cosas como son y aun así estar seguros de que algo mejor está por venir. Esto hace de la esperanza una cualidad muy poderosa e importante de tener para ti y para mí, especialmente en tiempos de problemas. De hecho, yo creo que es el fundamento sobre el que debe construirse nuestra fe.
Nadie, ni siquiera Dios, puede prometer que nunca tendremos que lidiar con desilusiones o problemas. Pero lo importante es que nunca dejamos de tener esperanza. Manteniendo una actitud positiva y sosteniendo la esperanza que tenemos en Cristo nos pone en posición de ver el poder milagroso de Dios.
Oración Final:
Dios, pongo mi esperanza en Ti. Mi fe en Ti y la expectativa de las grandes cosas que Tú vas a hacer en mi vida es mi ancla en tiempos difíciles.
