Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre. —Salmos 100:4
Las armas espirituales que Dios nos da para usar en nuestra vida son bendiciones tremendas por las que podemos estar agradecidos. Un arma importante a nuestra disposición es la alabanza.
La alabanza vence al diablo, pero debe ser una alabanza sincera y genuina, no sólo de labios para afuera o un método que se está probando para ver si funciona. La alabanza y todas las demás formas de oración involucran la Palabra. Alabamos a Dios según Su Palabra y Su bondad.
La oración nace de la relación con Dios. Es venir y pedir ayuda, y recordar siempre alabarlo por todas Sus bondades. Es hablar con Dios de algo que nos molesta. Es compañerismo, amistad y una oportunidad para expresar gratitud por todo lo que Dios es y hace. Si quieres tener una vida de oración eficaz, desarrolla una buena relación personal con el Señor. Confía en que Él te ama, que está lleno de misericordia y que Él te ayudará cuando se lo pidas.
Oración de Gracias
Gracias, Padre, por el poder de la alabanza y la oración en mi vida. Quiero vivir cada día asombrado de todo lo que has hecho por mí. Ayúdame a incorporar la alabanza y la oración en mi caminar diario Contigo.
