Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan en las cosas que agradan al Espíritu. —Romanos 8:5
Romanos 8:5 nos enseña que, si «pensamos» en la carne, caminaremos en la carne. Pero si «pensamos» en las cosas del Espíritu, caminaremos en el Espíritu. ¡Nuestras acciones siguen nuestros pensamientos!
Permítame decirlo de otra manera: si tenemos pensamientos carnales, malos y negativos, no podemos caminar en el Espíritu. Parece que el pensamiento renovado y divino es una necesidad vital para una vida cristiana exitosa.
Tu vida puede estar en un estado de caos debido a años de pensamientos equivocados. Si es así, es importante que te enfrentes al hecho de que tu vida no se enderezará hasta que tu mente lo haga. Debes considerar esta área como una de vital necesidad.
Pídale a Dios que te ayude a aprender a tener pensamientos que Él quiere que tengas. No se puede superar ningún problema solo con determinación. Es importante estar determinado, pero determinado en el Espíritu Santo, no en el esfuerzo de tu propia carne. El Espíritu Santo está cerca de ti. Él es tu Ayudador, busca Su ayuda. Apóyate en él. Puedes hacerlo con Su ayuda.
Dale al Espíritu Santo el control de tu vida. Él te conducirá a la perfecta voluntad de Dios para ti, que incluye bendiciones abundantes, paz y gozo.