No le tengas miedo a la gente, porque estaré contigo y te protegeré. ¡Yo, el Señor, he hablado! -Jeremías 1:8
Ya sea en un desafío, en un obstáculo, o en una oportunidad, cuando sabemos que Dios está con nosotros, podemos enfrentarnos a las cosas delante de nosotros. Huir no es una opción. Cualquier cosa por la que huyas estará esperando por ti en otro lugar. Nuestra fuerza para vencer se encuentra en quedarse cerca de Dios y seguir hacia adelante con Él.
Jeremías era un hombre muy joven que recibió un gran trabajo. Dios le dijo que había sido llamado como profeta a las naciones. Debía ser un portavoz de Dios. La idea asustó a Jeremías, y comenzó a poner todo tipo de excusas sobre por qué no podía hacer lo que Dios le estaba pidiendo.
Jeremías estaba cometiendo el error inicial que tú y yo a menudo cometemos, se miraba a sí mismo y a sus propias habilidades. Todo lo que Jeremías debía hacer era mirar a Dios. También estaba mirando a la gente y se preguntaba qué pensarían y harían si él tomara ese paso audaz que Dios le estaba animando a tomar. Dios le dijo a Jeremías que recordara que estaba con él y eso era todo lo que Jeremías necesitaba.
En el versículo final del capítulo uno, el Señor le dijo a Jeremías que la gente se opondría a él, pero no prevalecerían por una sola razón simple: «Yo estoy contigo.»
Sea lo que sea que te enfrentes hoy, anímate. Dios se enfrenta a ello contigo.
Cuando aparta los ojos de las circunstancias y los pongas en contacto con el Señor, seguramente lo superarás.
