Y la lengua es un fuego; es un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros y es la que contamina el cuerpo entero. Prende fuego al curso de nuestra vida[a] y es inflamada por el infierno.
Las expresiones negativas comienzan con pensamientos negativos. Por ejemplo, digamos que un empleado escucha el rumor de que la empresa para la que trabaja va a despedir a algunos empleados, por lo que empieza a pensar: “cada vez que las cosas empiezan a estar bien, algo malo siempre sucede”. Luego dice: «Probablemente Voy a perder mi trabajo «.
Mis pensamientos solían ser tan negativos, lo que causaba que mis palabras fueran negativas … lo cual todo lo malo se reflejaba en mi vida. Finalmente, decidí cambiar mi forma de hablar y dejar de hablar tan negativamente. Después de un tiempo, me di cuenta de que necesitaba hacer más que tan solo dejar de hablar negativamente. Eliminando la charla negativa no fue suficiente. ¡Tenía que comenzar a pensar positivamente!
Nuestros pensamientos, positivos y negativos, nos hacen hablar palabras que darán forma a nuestro futuro. Cuando hablamos cosas incorrectas, puede ser como un fuego en nuestras vidas (véase Santiago 3: 6).
Pero podemos detener el fuego antes de que comience con solo hablando correctamente, y solamente podemos hablar bien cuando pensamos bien. Te insto a que te llenes con el Espíritu Santo y la Palabra de Dios. Deja que Él influya en tus pensamientos y te lleve a un estilo de vida de palabras positivas.
Oración Final:
Dios, quiero hablar palabras positivas y vivificantes basadas en Tu Palabra. Te invito a mi vida de pensamientos y quiero tener una mente renovada, la mente de Cristo, y así poder complacerte a Ti con las palabras de mi boca.
