Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha. —Salmos 16:11
La presencia del Señor está siempre con nosotros, pero no siempre la reconocemos ni nos tomamos el tiempo para ser conscientes de ella. Creo que es por eso que parece haber una falta de gozo en la vida de muchos creyentes. Hay muchas personas infelices que se pasan la vida persiguiendo cosas, cuando nada puede mantenernos satisfechos excepto Dios mismo.
Cuando la gente no está satisfecha interiormente, suele buscar algún objeto exterior para satisfacer su hambre. A menudo terminan en una búsqueda infructuosa de aquello que no puede llenar el vacío interior. Lo hemos oído decir, muchas personas se pasan la vida subiendo la escalera del éxito, solo para descubrir cuando llegan a la cima que su escalera está apoyada contra el edificio equivocado.
Cuando mantenemos nuestras prioridades en orden, descubrimos que todo lo que realmente necesitamos en la vida se encuentra en el Señor. Busca morar en Su presencia. En Él está el camino de la vida, la plenitud del gozo y los placeres por siempre.
La razón por la que podemos reír y disfrutar la vida a pesar de nuestras circunstancias actuales es porque Jesús es nuestro gozo.