Ser Útil

Ser Útil

Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. —Romanos 12:1

Si eres creyente, tu vida ha sido consagrada a Dios, apartada para Su uso. No te perteneces a ti mismo; eres parte de algo más grande ahora. Es asombroso pensar que nuestras vidas no son nuestras; hemos sido comprados por un precio (1 Corintios 6:20). ¡Pertenecemos a Dios y nuestras vidas tienen un gran propósito en Él!

A medida que nos acercamos a Dios, descubrimos que le pertenecemos, que somos socios de Él en la vida y que debemos estar disponibles diariamente para Su uso.
Pasé muchos años orando para que Dios me diera lo que quería. “Dios, si tan solo me dieras esto o aquello, entonces sería feliz.” Pero Dios me mostró que el gozo viene cuando le presento mis planes. En lugar de pedirle que hiciera lo que yo quería, comencé a aprender a pedirle lo que Él quería para mi vida.

Dios simplemente requiere que estemos disponibles y seamos útiles. ¡Todos nosotros podemos hacer eso! Podemos someter nuestras vidas a Dios, confiando en que Él llevará a cabo Su buen plan para nuestro futuro.


Puede que no consigamos todo lo que queremos. Pero si confiamos en Dios, nos daremos cuenta de que lo que Él quiere para nuestra vida es más grande que cualquier cosa que podamos imaginar.

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