…Así que amen la verdad y la paz. —Zacarías 8:19
Es el deseo sincero de Dios que vivas una vida llena de paz. Cuanto más te acerques al Señor, y más dependas de Él, más paz tendrás.
Ninguna posición o posesión vale la pena si no tienes paz. Dinero, estatus, popularidad: todo no tiene sentido si no tienes paz. Simplemente no se puede poner precio al valor de la paz.
Muchas personas pasan la vida tratando de subir la escalera del éxito, pero cada vez que suben un peldaño, pierden más paz, alegría y tiempo para estar con su familia. Toda su vida se consume con la presión y el estrés de tratar de mantener lo que han ganado. Pero nunca tenemos un verdadero éxito a menos que tengamos paz.
Algunos incluso trabajan en varios trabajos para adquirir lo que el mundo les ofrece, diciendo: «Debes tener esto para ser verdaderamente feliz». Consiguen esas “cosas”, pero todavía no tienen paz.
Romanos 14:17 nos dice: “Porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas, sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo.” El reino de Dios se encuentra en saber quiénes somos en Cristo y tener “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4:7 I).
Dios quiere que tus necesidades sean satisfechas abundantemente y que estés en posición de bendecir a otros. Nunca dudes que Dios quiere bendecirte, pero no busques tener nada si no puedes tenerlo en pacíficamente.