Me gusta decir que Dios es el «Jefe del Cambio.» Él siempre está haciendo algo nuevo… siempre obrando en nuestras vidas. Sin embargo, Sus promesas para nosotros no ocurren automáticamente. Todas las cosas son posibles para Dios, pero no todas las cosas sucederán de manera positiva.
Renueva Tu Mente
Hay algunas cosas que pueden impedirnos avanzar en la vida. Uno es una vieja mentalidad. Marcos 2:22 dice… Ni echa nadie vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, el vino hará reventar los odres y se arruinarán tanto el vino como los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos.
En otras palabras, tu mente necesita ser renovada. Necesitas una nueva perspectiva basada en la Palabra de Dios y Sus promesas. Conocer la voluntad de Dios para tu vida te ayudará en tu determinación de seguir avanzando.
Ahora, cuando decidas seguir adelante, prepárate porque habrá oposición. El apóstol Pablo dijo en 1 Corintios 16: 9 porque se me ha presentado una gran oportunidad para un trabajo eficaz, a pesar de que hay muchos en mi contra.
Aquí es donde entra la determinación. Nuestro enemigo satanás, quiere detener nuestro avance. Él está decidido a detenernos, ¡así que debemos estar decididos a seguir avanzando!
Nunca olvidaré cuando comencé a hablar sobre el llamado de Dios en mi vida. Algunos de mis amigos decidieron que debía estar equivocada. Me dijeron que no tenía la personalidad para hacer este tipo de ministerio. Fue desalentador por decir lo menos. Pero sabía que Dios me había hablado sobre el ministerio que me estaba llamando a hacer, y estaba decidida a llevarlo a cabo.
Finalmente me pidieron que dejara mi iglesia, perdí amigos e incluso algunos miembros de la familia me dieron la espalda. Tuve que superar bastantes obstáculos para hacer lo que hago ahora. Pero ¿y si me hubiera rendido cuando sentí ese rechazo? No estaría cumpliendo el llamado de Dios en mi vida hoy, y sería infeliz, porque esta es mi pasión.
Continuar y Seguir Adelante
Cuando decides seguir el plan de Dios para tu vida, el enemigo a menudo tratará de utilizar a las personas para distraerte, criticarte o rechazarte directamente. Pero recuerda, ¡Dios es más grande! (Ver 1 Juan 4: 4.) Tienes todo lo que necesitas, a través de Cristo, para soportar y sobrevivir al enemigo. Mientras continuas y sigue adelante, no te mires a ti mismo… mira a Dios. Ignora las críticas y la incredulidad de los demás y sigue el sueño que Dios te dio. Decídete a superar cada mentira del enemigo, cada desánimo e incluso el rechazo de los demás.
Hagas lo que hagas, ¡sigue avanzando! Cuando te sientas desanimado… sigue avanzando. Cuando otros te condenen… sigue avanzando.
