Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él sol. (Mateo 14:23)
Pasar tiempo a solas con Dios en un lugar tranquilo es vital para mí y creo que también es vital para ti. Tengo una oficina en mi casa donde voy todas las mañanas para encontrarme con Dios antes de comenzar el día. Además de eso, unas cuatro veces al año me gusta escaparme unos días y estar sola. Disfruto y necesito el tiempo prolongado de tranquilidad y enfocada en Dios.
La mayoría de la gente se va de vacaciones anualmente y planea algún tipo de entretenimiento cada semana. Queremos divertirnos y relajarnos, y eso no tiene nada de malo. Lo necesitamos para mantener vidas y emociones equilibradas y saludables. Pero en realidad necesitamos las vacaciones espirituales aún más y deberían ser lo primero que pongamos en el calendario anual o en nuestros horarios semanales.
Imagínate cómo honraría a Dios si reservaras tu tiempo con Él antes de reservar cualquier otra cosa. Yo hago conferencias en los Estados Unidos y en el extranjero y siempre me impresiona la cantidad de personas que viajan y se toman vacaciones para estar en una de estas conferencias. Siempre los felicito y sé que Dios está orgulloso de sus decisiones. Crecerán espiritualmente porque están sacrificando algo para poder pasar tiempo con Dios.
No esperes hasta que alguna dificultad o tragedia te exija pasar tiempo con Dios para encontrar respuestas a tu situación. Busca a Dios primero y con regularidad, y entonces ya serás fuerte espiritualmente y estarás capacitado para lidiar con cualquier cosa que llegue. Si Jesús necesitaba estar a solas con Dios el Padre, entonces ciertamente nosotros lo necesitamos.
La palabra de DIos para ti hoy: Saca tu calendario ahora mismo y programa un tiempo especial con Dios.