David se alarmó, pues la tropa hablaba de apedrearlo; y es que todos se sentían amargados por la pérdida de sus hijos e hijas. Pero cobró ánimo y puso su confianza en el Señor su Dios. —1 Samuel 30:6
Ningún día parecerá común si estamos agradecidos por el regalo que Dios nos está dando al comienzo de cada día. Una actitud extraordinaria puede convertir rápidamente un día común en una aventura maravillosa. Jesús dijo que vino para que tengamos vida en abundancia (ver Juan 10:10). Si nos negamos a tenerla, entonces no es culpa de nadie más que nosotros mismos.
Me gustaría sugerir que asumas la responsabilidad de tu alegría y nunca más le des a nadie el trabajo de mantenerte feliz. Puedes controlar lo que haces, pero no puedes controlar lo que hacen los demás. Por lo tanto, es posible que te sientas infeliz la mayor parte del tiempo si dependes de ellos como tu fuente de alegría. El salmista David dijo que se animó en el Señor, y si él puede hacerlo, nosotros también podemos hacerlo.
Oración de Gracias
Padre, estoy agradecido por este nuevo día que me has dado. Independientemente de las acciones o actitudes de los demás, voy a disfrutar este día porque Tú eres la fuente de mi alegría.
