No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Nehemías 8:10
La alegría está estrechamente relacionada con nuestras expectativas (lo que pensamos y creemos). En otras palabras, cuanto más esperes que te sucedan cosas buenas, más alegría tendrás. ¿Qué estás esperando ahora mismo? Si no esperas nada, eso es probablemente lo que obtendrás.
No mires al mundo para formar tus esperanzas, sueños y expectativas, porque, aunque los consigas, no te llenarán. Mira a Dios, quien es poderoso para hacer todas las cosas abundantemente, más allá de lo que puedas imaginar (ver Efesios 3:20).
¡Espera que Él haga grandes cosas en tu vida, no porque lo mereces, sino porque Él es bueno!
Pensamiento poderoso
Espero que Dios haga cosas sorprendentemente buenas en mi vida.