Aceptando Quién Eres en el Camino Hacia Donde Vas

Aceptando Quién Eres en el Camino Hacia Donde Vas

No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no recordarás más el oprobio de tu viudez. —Isaías 54:4

Es importante que nos abracemos y nos aceptemos. Pregúntate si te caes bien. Si no te agradas a ti mismo, te va a costar mucho agradar a los demás. Si no está satisfecho consigo mismo, tendrás problemas con los demás.

Cuando estamos en una relación cercana con el Señor, podemos estar relajados y tranquilos, sabiendo que nuestra aceptación no se basa en nuestro desempeño o comportamiento perfecto, sino en la obra que Cristo ha hecho por nosotros y para nosotros. Se basa en nuestra relación personal con Jesús.

Querer agradarnos a nosotros mismos simplemente significa que nos aceptamos como la creación de Dios. No es necesario que nos guste todo lo que hacemos para gustarnos y aceptarnos a nosotros mismos. Dios nos ama incondicionalmente, e incluso cuando cometemos errores, no somos menos Sus hijos.

Te animo a que te mires en el espejo todas las mañanas y digas: “Me agrado. Soy un hijo de Dios y Él me ama. Tengo dones y talentos. Soy una persona especial, me agrado y me acepto.” Si haces eso y realmente lo crees, harás maravillas ayudándote a aceptar a la persona que Dios te creó para que seas.

Puedes estar en paz con tu pasado, contento con tu presente y seguro de tu futuro, sabiendo que estás en las manos amorosas de Dios.

Facebook icon Twitter icon Instagram icon Pinterest icon Google+ icon YouTube icon LinkedIn icon Contact icon