Experimentando el Amor de Dios

Experimentando el Amor de Dios

Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. —1 Juan 4:9

Para muchas personas, si se les preguntara: «¿Eres amable?», Pensarían sinceramente para sí mismos: No, realmente no lo soy.

Sé que esto es cierto porque pensé que yo no era amable antes de llegar a comprender la verdadera naturaleza del amor de Dios y Su razón para amarme a mí. Esta comprensión incorrecta de mi valor como hija de Dios afectó la forma en que trataba a los demás. Era impaciente con la gente, legalista y dura, crítica, grosera, egoísta e implacable.

Se produjo un gran avance en mi vida cuando Dios comenzó a mostrarme que no estaba amando a los demás porque nunca había recibido Su amor por mí. Sí, había reconocido la enseñanza bíblica de que Dios me amaba, pero no la había abrazado ni recibido como una realidad en mi corazón.

La verdad es que a Dios le agrada amarnos. Una vez que te das cuenta de que eres amado por Dios, no por nada que hayas hecho o dejado de hacer, puedes dejar de intentar merecer Su amor o ganar Su amor y simplemente recibirlo y disfrutarlo. Este es un paso esencial para vivir en estrecha relación con el Padre.


Di en voz alta diez veces al día: “¡DIOS ME AMA!”

Facebook icon Twitter icon Instagram icon Pinterest icon Google+ icon YouTube icon LinkedIn icon Contact icon