Señor Todopoderoso, Dios de Israel, tú le has revelado a tu siervo el propósito de establecerle una dinastía, y por eso tu siervo se ha atrevido a hacerte esta súplica. (2 Samuel 7:27)
Dios a veces nos habla y nos da «tareas de oración». El Rey David creyó que le dieron la tarea de construir una casa para Dios y se comprometió a orar al respecto hasta que sucediera. Hay muchas personas o situaciones por las que oro una vez y eso es todo. Pero también creo que Dios nos habla y nos asigna personas para orar hasta que se logre lo que Él quiere hacer en ellos o por ellos. Yo he orado por una persona, literalmente durante veinticinco años y continuaré haciéndolo hasta que muera o hasta que Dios me libere de ello, o la persona muera o lo que deba suceder suceda. De hecho, a veces me canso de orar por esta persona, pero no importa cómo me sienta, todavía me encuentro orando. ¡Sé que Dios me ha dado esta tarea y no me rendiré! Creo que Dios está usando mis oraciones para ayudar a dar forma al destino de esta persona.
Hay otras ocasiones en que siento que «debería» estar orando más por alguien de lo que yo normalmente hago, pero no importa cómo me sienta, simplemente no me viene a la mente cuando oro. También puedo tratar de orar, pero no me dan ganas, o no puedo encontrar mucho que decir e incluso lo que digo es seco y sin vida.
Si Dios te habla y te da la tarea de orar por alguien o algo, no tendrás que «intentar» desarrollar un deseo de orar; lo encontrarás en tu corazón y mente y la oración será fácil. Incluso puedes encontrarte orando por ellos sin ni siquiera planear conscientemente hacerlo. Cuando alguien está en tu corazón o mente, ¡cree que estás escuchando de parte de Dios y ora!
LA PALABRA DE DIOS PARA TI HOY: No puedes hacerlo todo y hacerlo bien, así que encuentra tu tarea y entra en el descanso de Dios.