Dejando que el Amor Gane la Guerra

Dejando que el Amor Gane la Guerra

Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. —2 Corintios 10:3-4

Definitivamente estamos en una guerra. La Biblia nos enseña que las armas de nuestra milicia no son armas carnales, naturales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.

Parte de crecer más cerca de Dios es trabajar con el Espíritu Santo para derribar las fortalezas del egoísmo, el orgullo y la autosuficiencia. Dejar de enfocarnos en nosotros mismos a propósito y hacer algo por otra persona mientras estamos sufriendo es una de las cosas más importantes que podemos hacer para vencer el mal.

Cuando Jesús estaba en la cruz en intenso sufrimiento, se tomó el tiempo para consolar al ladrón que estaba a Su lado (Lucas 23:39–43). Cuando Esteban estaba siendo apedreado, oró por los que lo apedreaban, pidiéndole a Dios ¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! (Hechos 7:59–60).

Si la iglesia de Jesucristo, Su cuerpo aquí en la tierra, hace la guerra contra el egoísmo y camina en amor, el mundo comenzará a darse cuenta.


Andar en amor es una parte importante de la guerra espiritual.

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