Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones — Jeremías 1:5
¿Alguna vez haz sentido que Dios está decepcionado de ti? Solía sentirme así hasta que un día me dijo: «Sabes, Joyce, no me sorprendo de ti. Sabía lo que estaba recibiendo cuando te tomé «.
¡Piénsalo! Dios conoce el fin desde el principio, y todos los días de nuestras vidas están escritos en Su libro. Cada decisión que tomaremos, buena o mala, Dios ya las conocía antes de que apareciéramos en el planeta Tierra. Él ya conoce hoy cada palabra en nuestra boca que todavía no ha sido pronunciada, incluso lo que vamos a decir dentro de un año a partir de hoy.
A veces pensamos que Dios está tan decepcionado de nosotros todo el tiempo. Es cierto que cometemos errores. Y se supone que no debemos estar muy contentos por eso, debemos tomarlos en serio. Pero a pesar de nuestros errores, Dios tiene esperanza para nosotros y sabe que puede cambiarnos si permanecemos cerca de Él.
Dios no está decepcionado. ¡Está lleno de esperanza en lo que a nosotros respecta! Él cree en nosotros más de lo que nosotros mismos.
Oración Final: Señor, Tu esperanza para mí es muy animante e inspiradora. Incluso cuando no creo en mí mismo, sé que Tu si crees en mí, y eso me da la fortaleza para superar mis errores y seguirte.