El Amigo Justo De Dios

Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios. (2 Corintios 5:21)

No puedo pensar en algo más maravilloso que ser un amigo de Dios. No hay nada que yo prefiera que escuchar a Dios diciendo: «Joyce Meyer es mi amiga.» No quiero que Él diga: «Joyce Meyer: conoce todos los principios de oración; ella puede citar docenas de versículos bíblicos; ella suena muy elocuente cuando ora; pero en realidad ella no me conoce en lo absoluto y no somos realmente amigos.» Quiero saber que Dios piensa en mí como Su amiga, y creo que anhelas que Él piense en ti de esa manera también. A través de Jesucristo, tenemos derecho a estar cómodos con Dios, a escuchar Su voz y a ir con valentía al trono de la gracia para obtener la ayuda que necesitamos con suficiente tiempo para satisfacer nuestras necesidades y las necesidades de los demás (ver Hebreos 4:16).

Una de las mejores cosas que puedes hacer es desarrollar tu amistad con Dios. Jesús te ha hecho justo a través de la sangre que derramó en la cruz, por lo que no hay razón para que no puedas acercarte a Dios audaz y naturalmente como lo harías con tu mejor amigo en la Tierra. Recuerda, la amistad con Dios requiere una inversión de tiempo y energía para desarrollarse. Pero también recuerda que a medida que se profundiza tu amistad, aumenta tu capacidad de escuchar la voz de Dios. Una amistad creciente, vibrante y cada vez más íntima con Dios conducirá naturalmente a una comunicación cada vez más efectiva con Él.

LA PALABRA DE DIOS PARA TI HOY:

Haz un esfuerzo por desarrollar una amistad cada vez más íntima con Dios hoy.

Facebook icon Twitter icon Instagram icon Pinterest icon Google+ icon YouTube icon LinkedIn icon Contact icon