
Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados. —1 Pedro 4:8
Una de las cosas más asombrosas que he aprendido, algo que todavía emociona mi alma, es que el amor es en realidad una guerra espiritual. Esta verdad hace que la guerra espiritual sea divertida, porque amar a la gente es muy satisfactorio.
Primera de Pedro 4:8 nos enseña a tener un amor profundo los unos por los otros. La versión Reina-Valera 1960 usa la palabra “ferviente.” La forma verbal de la palabra griega traducida como ferviente significa “está caliente, hirviendo.” Nuestro caminar en amor debe ser caliente, hirviendo, no frío o tibio.
Si estamos lo suficientemente hirviendo en amor, satanás no podrá manejarnos. ¿Alguna vez has calentado algo en el microondas durante demasiado tiempo y no pudiste sacarlo porque estaba demasiado caliente para manipularlo? Así es como deberíamos de ser.
En llamas de amor, ¡y muchas para que el diablo no nos pueda manipular!
Oración de Gracias
Padre, estoy agradecido porque me amas. Ayúdame a seguir Tu ejemplo y amar a las personas que me rodean. Gracias porque, independientemente de cómo actúen las personas hacia mí, puedo amar a las personas con Tu amor perfecto e incondicional.