El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia. —2 Corintios 9:10
Dios nos bendice para que podamos bendecir a otros. Él quiere que satisfagamos nuestras necesidades y quiere que estemos equipados para ayudar a las personas necesitadas. Esta es una de las razones por las que Dios promete proveer para nosotros y hacerlo abundantemente.
Para ayudar a otras personas, necesitamos fuerza, buena salud y claridad mental. Necesitamos dinero para ayudar a las personas que tienen dificultades financieras. Necesitamos ropa para poder compartir con la gente que la necesita. Necesitamos alegría para ayudar a los que están desesperados.
Dios siempre proporciona estas cosas y más, como semilla a una persona que está dispuesta a sembrar (ver 2 Corintios 9:9–10). Esto significa que, si estás agradecido por lo que tienes y estás dispuesto a compartir con los demás, Dios no solo satisfará tus necesidades, sino que también te dará una provisión abundante para que siempre puedas dar. Todos podemos ganar la batalla contra el egoísmo simplemente practicando la generosidad.
Oración de Gracias
Te agradezco, Padre, que me bendigas para que yo pueda bendecir a otros. Ayúdame a ver las necesidades que me rodean, y ayúdame a hacer mi parte para satisfacer esas necesidades. Gracias porque ha habido personas que me han ayudado en el camino. Con Tu ayuda, quiero hacer lo mismo por los demás.
